Titulo Original: Looking For Alaska
Autor: Jhon Green
Libro Único.
Cuando leí éste libro me pasó algo, algo que no me ocurría hace mucho tiempo. Recuerdo que la primera vez que me ocurrió lloré por días, fue hace un tiempo con una lectura que me marcó definitivamente, aún tengo la sensación de nostalgia eminente. Dios sabe lo mucho que me afectó ese libro. Pero en fin, de nuevo pasó, después de dos años me encuentro rota. Una sensación que sólo John Green ha logrado causarme con sus libros (ya ésta es la segunda vez que me sucede). Para mí es inevitable no verme afectada por las historias que leo, todas dejan sensaciones diferentes y nos marcan de maneras muy distintas. Entre todas las sensaciones que existen, la sensación de vacío causada por un libro es sin duda la sensación más cruel que puede experimentar un lector.
Autor: Jhon Green
Libro Único.
Reseña y Opinión:
Cuando leí éste libro me pasó algo, algo que no me ocurría hace mucho tiempo. Recuerdo que la primera vez que me ocurrió lloré por días, fue hace un tiempo con una lectura que me marcó definitivamente, aún tengo la sensación de nostalgia eminente. Dios sabe lo mucho que me afectó ese libro. Pero en fin, de nuevo pasó, después de dos años me encuentro rota. Una sensación que sólo John Green ha logrado causarme con sus libros (ya ésta es la segunda vez que me sucede). Para mí es inevitable no verme afectada por las historias que leo, todas dejan sensaciones diferentes y nos marcan de maneras muy distintas. Entre todas las sensaciones que existen, la sensación de vacío causada por un libro es sin duda la sensación más cruel que puede experimentar un lector.
En lo personal, es la sensación con la que menos me puedo llevar, es decir, me caracterizo por controlar muchas sensaciones/sentimientos con facilidad, como por ejemplo, la sensación inmediata que experimentas justo después de terminar de leer un buen libro; ésa sensación se puede suplantar por otra sensación más gratificante: Comenzar a leer otro buen libro. Pero la sensación de vacío es algo que no puedes suplantar, es algo que permanece ahí, hueco, sin nada que pueda rellenar ése espacio. Repentinamente te encuentras sintiendo que perdiste algo, que no lo puedes recuperar, ésa sensación desagradable que me ha dejado John Green con ésta historia ha sido la acción más cruel que alguien me haya podido hacer. Así sea indirectamente, me he quitado el sombrero frente a lo que John Green me ha hecho con sus obras. Ha sido cruel pero ha sido brillante.
Comencé leyendo «Buscando a Alaska» (Looking for Alaska) hacía tiempo,
con los vaivenes de la vida no pude leerlo con continuidad (lo que me sucede
casi todo el tiempo). La semana que culminé con el décimo semestre de mi
carrera (y el último) fue cuando se me abrió paso a culminarme la lectura, y desde entonces, he tomado este tiempo para dedicarme a
escribir y a leer más, cosas que he dejado un poco de lado durante los últimos
meses. El día lunes de la semana siguiente retomé la lectura de dicho libro, llevaba poco menos de la
mitad y fue entonces cuando me consumió la lectura y terminé en lágrimas por la
estúpida sensación que sólo aquellos que han leído la historia pueden haber
experimentado (o no). En fin, ésa lectura me ha hecho cuestionarme tantas
cosas. Los principales capítulos de la historia cuando Miles (la primera voz de
la historia) hablaba sobre Alaska no podía evitar sentir que ella y yo teníamos
tanta similitud en cuanto a la personalidad se refería. Quiero decir, Alaska
era una chica tan increíblemente inestable y tan atrevidamente inteligente que
me causaba escalofríos con sólo ver las cosas que decía. No es que yo sea
alguien inestable, al menos no “increíblemente”. Pero sí, era la primera vez
que me veía reflejada en un personaje que otro autor creó. Alaska era una chica
que ocultaba grandes sentimientos, no lo sé, culpa, rencor, miedo (mucho miedo)
y sobre todo depresión. Ocultaba sentimientos con acciones que la hacían
parecer una chica espontánea, alegre, graciosa, aunque existieron momentos
(como siempre) en los que no puedes ocultarlo por mucho tiempo y entonces
explotas. A Alaska le sucedió eso, ella creaba burbujas que no permitían que
nadie se acercara lo suficiente como para ver lo que realmente ella llevaba
consigo. Se intoxicaba para poder sentirse estable, sin pensar que esa
intoxicación la llevaría a destruirse por completo. Las heridas que terminaron
en su pecho, cuando ella ya no sentía nada. No había motivo, parecía una locura
y fue rápido. No hubo nadie en ése momento y luego ya nada era lo mismo. Justo
como a Miles, para mí hubo días antes y días después de ése día, porque sin
duda alguna marcó un antes y un después para la vida de ambos (la de él y la
mía). Fue casi a la mitad del libro que todo esto ocurrió, las sensaciones que
tenía no eran sensaciones que haya tenido antes, sentía como si por dentro de
mí algo se hubiese roto, me encontraba nostálgica y todavía lo siento así, ése sentimiento
lo tendré por un largo tiempo (o quizás para siempre). No sé si exista alguien
que haya sentido lo mismo que sentí en ése capítulo, no tengo la menor idea y
no conozco a nadie que haya leído el libro anteriormente. La sorpresa de todo
es que, no es como si fuera una persona melancólica es la gran e inmensa sorpresa
de que un escritor tenga ésa capacidad de causar eso en ti, en mí.
No puedo decir mucho de la historia, no quisiera arruinar la magia que
tienen los libros de sorprendernos. En mi opinión personal, en la lista de los
libros que más me han gustado en la vida, Looking For Alaska se encuentra en el
segundo lugar, por dos razones:
1. Haberme dejado tan meramente envidiosa de
John Green
PD: De éste libro he sacado tantas frases que tengo pensado realizar otro post para compartirles todas las citas que tengo de los autores y sus personajes. Promesa.


eres como alaska?
ResponderEliminarYo me enamore de este libro tambn... bajo la misma estrella y buscando a alaska son mis libros favoritos!!! lindo blog por cierto ��
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